24 de febrero de 2008

Empacho.


La vida es tan pesada como un plato hasta arriba de cuscús.

A veces te lo sirven con cordero y a mí no me gusta el cordero, pero me lo tengo que comer. Por eso la vida que me toca la tengo que vivir, aunque no me guste por momentos. Me aguanto, ya vendrán otros momentos de cuscús con pollo, que esos sí los devoro.

Hoy me siento como la boquilla de un cigarro cuando te haces un porro; desarraigada, triste, arrugada, desmembrada, solitaria y estúpida.

Que alguien me de una calada, por favor.


16 de febrero de 2008

Fumado en ADN.


A veces noto la cara de la gente emborronada, como si les hubieran pasado una goma de borrar por toda la jeta dejándolos incompletos y con gestos fantasmagoricos.

Y no es plan de sacar un lapiz y empezar a recomponerlos porque ni soy buen dibujante ni me incumbe. Bastante tengo cuando me difumino a mí mismo y tengo que arreglar el desastre trazo a trazo.

Luego hay gente que nunca se le emborrona la cara..., son los que usan máscara, los que por debajo no tienen nada, solo huecos rellenos de carencias.

Yo no quiero.