18 de septiembre de 2010

Células susurrantes.


Vivo en la parte de tejido muerto que tienes en la rodilla. Al menos me haces sentir así.

Es algo como un desierto de células muertas en el que duermo todas las noches..., a la intemperie, pasando frío, en la cima de tu rodilla, mirando el horizonte, esperando señales de vida o, quizá, señales de humo salidas del montículo de tu nariz.

Regenérame con piel viva. Hazme sentir cuando me tocas. Haz explotar mis ramificaciones nerviosas y cuando hagas todo esto, mírame a los ojos, por favor... Mírame porque quiero ver como se te deshacen las estalactitas de las pestañas y se convierten en lágrimas.