30 de septiembre de 2009

¿Yuxtaposición?


No hay nada mejor que levantarse, ir a coger el metro y ver a dos albañiles descamisados poniendo cemento en el techo con los abdominales, el ombligo y las axilas de macho cabrío al descubierto... Es justo en ese momento cuando desearía ser espátula para que me cogieran del mango. Así de simple.

Y es que está claro que una persona puede ser muy maja, pero como no te dé morbo, adiós muy buenas. Ya no digo que sea guapo, sólo digo que dé morbo..., y el morbo puede residir en cualquier aspecto.

El otro día me encontré con un chaval majo, agradable, simpático, pero que al mirarle las manos parecían las de mi sobrino de 10 años... Inmediatamente vi que esas manos servían para hacer figuritas de plastilina, para jugar con los Lego, para apretar los botones de la Nintendo DS, pero no para hacerme una paja, para tocarme o para hacerme un dedo. Así de sencillo.

Y me pregunto hasta qué punto las carencias afectivas se confunden con las carencias sexuales... Pero mira, no lo sé y tampoco me apetece demasiado pensar en ello a estas horas, aunque estoy seguro que por ahí van los tiros. Lo único que sé es que, aparte del morbo, para mí lo verdaderamente importante es que esa persona yuxtaponga más de dos frases seguidas sin perderse en el limbo de los comentarios absurdos y sin sentido... Aunque, para ser sinceros, ¿a quién coño le importa que el chaval de la foto yuxtaponga o no? A mí no. Así de claro. En todo caso que practique la yuxtaposición69. Eso sí.

26 de septiembre de 2009

Marejadillas sentimentales.


Ultimamente me pregunto cual Carrie Bradshaw en "Sexo en New York" si es un error decirle a alguien que le echas de menos al poco de conocerle. ¿Cuánto de verdad hay en eso y cuánto de carencia afectiva? Supongo que todo depende de la intensidad de cómo lo vivas, del momento, de la persona y de tu estado personal..., pero mucho me temo que ese tipo de carencias te empujan como las espaldas sudorosas de la gente en un autobús a hora punta.

Creo que a partir de ahora huiré de las personas que te echan de menos a la primera de cambio, esas que ven en ti un salvavidas al que aferrarse para no terminar ahogándose. Esas a las que no das besos, sino que les haces el boca a boca para que no mueran, para insuflarles una vida que no tienen, o sí, pero totalmente desmoronada. Para ellos eres la patera que les llevará por medio del océano, sanos y salvos..., hasta que empiezan a echar peso y más peso y cuando ven que flojeas y te balanceas, cambian rápidamente de embarcación... Así pasan la vida, haciendo una carrera de relevos, y tú acabas atracado en medio de la deriva sin entender una mierda mientras ves como se aleja rápidamente, ganando la carrera del patetismo. Y, aún así, te sientes el ser más imbécil en la faz de la tierra. El marinero más estúpido e inservible del ancho mar.

Y llego a la conclusión de que las carencias afectivas son uno de los mayores icebergs que te puedes encontrar cuando vas con tu pequeño barquito intentando surcar las marejadas continúas que te achechan en esta cosa llamada vida.

24 de septiembre de 2009

Trozos de mí.


No tengo culo... De un tiempo a estar parte mi culo es casi tan inexistente como mi confianza en encontrar a alguien que sepa lo que quiere. Lo dicho, no tengo culo ni confianza en ello. Como tener tiene solución; engordar, por una parte, y dejar de esperar nada de nadie.

Soy psicólogo especializado en selección de persona y, sin embargo, en mi vida sentimental hago las peores selecciones habidas y por haber. Las entrevistas dictadas por el corazón me salen fatal, soy un desastre eligiendo el candidato adecuado. También hay que decir que la base de datos donde busco es una puta mierda, pero aún así debería dedicarme a otra cosa.

De un tiempo a esta parte me gustan los días lluviosos (cuando antes los odiaba), y abrazo una estrella naranja al irme a dormir (cosa que nunca había hecho). Me pregunto por qué mientras meo y me acaricio la espalda, que, por cierto, es algo que hago desde siempre.

Un día un amigo me dijo que yo debería haber vivido en la época victoriana, lo cual me hizo reflexionar sobre la veracidad de tal afirmación... Aún no he llegado a ninguna conclusión, pero sé que no estoy hecho para la vida moderna gay. Seguro que antes construyo una máquina del tiempo que encuentro alguien que me haga cambiar de opinión, así que mejor me pongo una peluca blanca y me pinto un lunar en la cara.

Una vez encontré a alguien con un olor que rimaba. Empezó oliendo a nectarina y terminó oliendo a naftalina. Así que opté por meterlo dentro del armario para que ahuyentara las polillas de mis recuerdos. Allí está mucho mejor.


23 de septiembre de 2009

Eso eres.


No debería pensar en ti cuando voy correrme mientras me hago una paja..., no te mereces ni eso.

Lo único que te mereces es que un día, cuando te acuestes con otro, te mire a los ojos y te deje en evidencia por tus problemas de erección. Porque está claro que tienes el ego tan pesado que ni la polla puedes levantar y, además, el culo tan abierto que por ahí se te escapa la poca madurez que creía que tenías.

Niñato, más que niñato. Absurdo cúmulo de problemas que tienes en la vida, pero el problema más grande eres tú mismo. Eres el peligro que te acecha todas las noches cuando no puedes dormir hasta las tantas de la mañana y tienes que rellenar tus minutos con cigarros y charlas en el msn para sentirte lleno... Lleno de mierda es lo que estás. Hasta los ojos. Pero lo disimulas tan bien que hay incautos que caemos..., caemos pero nos levantamos con la venda en la mano y una claridad tan límpida que no tenemos duda de que deberíamos cambiar tu nombre del móvil y poner "Uno de los mayores errores de mi vida"..., pero en vez de eso pongo "tuberculillo", porque eso es lo único que eres, uno de esos tuberculillos de una patata que se cortan y se tiran a la basura porque no sirven para nada.

Eso eres, emocionalmente inservible. Uno de los mayores errores que han pasado por mi vida. Y lo peor es que es mi culpa por haberte dejado entrar, por haberte cometido... Reniego de ti y estas palabras quedaran como parte de la catársis para erradicarte de mi vida como si fueras un tuberculillo arrugado e insignificante... Y sí, tómate esto como un piropo. Hijodeputa.