Tú eres zumo multifruta y tostada de pan con tomate, yo soy café con leche y croissant. Tú eres suma, yo raíz cuadrada. Tú eres de perros, yo soy de gatos. Tú eres Laura Pausini, yo soy Björk. Tú disfrutas en la playa, yo últimamente más en la montaña. Tú haces el amor, yo follo. Tú eres "Aquí no hay quien viva", yo soy "Anatomía de Grey". Tú eres de salado, yo, sin embargo, más de dulce. Tú impulsivo, yo de reflexionar. Tú eres de hacerlo por la tarde, yo más de hacerlo por la mañana. Tú comes comida basura, yo intento comer sano. Tú eres concreto, yo abstracto. Eres "Titanic" y yo... "Los amantes del círculo polar".
Y no es que yo sea más que tú, ni menos tampoco. No es eso.
¿Se
supone que los extremos opuestos se atraen? Es algo que no paro de
preguntarme estando contigo delante. No llego a ninguna conclusión pero
la duda no me deja disfrutar del todo. Es algo así como un velo que me
hace verlo todo borroso, como una media en la cabeza que me deforma la
cara y, a veces, me deja sin aire, como unas gafas de 3D en una peli
bidimensional con subtítulos que no alcanzo a leer bien.
Tú eres tú. Yo un cabrón.