15 de mayo de 2012

Tu - Yo.



Tú eres zumo multifruta y tostada de pan con tomate, yo soy café con leche y croissant. Tú eres suma, yo raíz cuadrada. Tú eres de perros, yo soy de gatos. Tú eres Laura Pausini, yo soy Björk. Tú disfrutas en la playa, yo últimamente más en la montaña. Tú haces el amor, yo follo. Tú eres "Aquí no hay quien viva", yo soy "Anatomía de Grey". Tú eres de salado, yo, sin embargo, más de dulce. Tú impulsivo, yo de reflexionar. Tú eres de hacerlo por la tarde, yo más de hacerlo por la mañana. Tú comes comida basura, yo intento comer sano. Tú eres concreto, yo abstracto. Eres "Titanic" y yo... "Los amantes del círculo polar".

Y no es que yo sea más que tú, ni menos tampoco. No es eso.

¿Se supone que los extremos opuestos se atraen? Es algo que no paro de preguntarme estando contigo delante. No llego a ninguna conclusión pero la duda no me deja disfrutar del todo. Es algo así como un velo que me hace verlo todo borroso, como una media en la cabeza que me deforma la cara y, a veces, me deja sin aire, como unas gafas de 3D en una peli bidimensional con subtítulos que no alcanzo a leer bien. 

 Tú eres tú. Yo un cabrón.

1 de mayo de 2012

Derramando blanco.




Me fijo en que pone los ojos en blanco cada vez que se va a correr. Es como si su mente inundara el resto de su cuerpo de blanco y lo tiñera todo por completo. Son orgasmos blancos, no hay matices en ellos, como tampoco los hay dentro de su cabeza. Las ideas pululan sencillas y simples en un mar de semen y no importa que se derramen. En el fondo, no son importantes.

Estoy intentando ver lo interesante que reside en la simpleza, pero no lo consigo... Es como si me montara en el espermatozoide de lo sencillo, de la levedad, y éste empezara a menearse como un potro salvaje de rodeo americano y ahí estoy yo, haciendo equilibrios para no caer en el colchón de la complejidad en el que casi siempre duermo.

No sé si me explico..., ni siquiera sé si me entiendo. Es como esos tíos que se excitan follándose a alguien escayolado, de verdad que no los comprendo, pues eso me pasa a veces conmigo, que no me entiendo. Será cuestión de romperme un hueso y preguntarle uno de esos tipos que por qué se excita mirándome la escayola. Lo mismo quieren que le haga una paja con mi mano inútil.

Mi mente blanca, simple, mimetizarme... No puedo.