25 de noviembre de 2010

Sumando y restando.



Llevo 13 pajas en 72 horas, y hay que tener en cuenta que éste día aún no ha acabado.... También llevo 4 desilusiones (de mayor o menor envergadura) en un mes, y, que yo sepa, tampoco ha finalizado. Y me pregunto, ¿compensan las pajas con las desilusiones?

A eso súmale 17 picaduras de carcoma entre piernas, tobillos, caderas y espalda. Ponle dos o tres lavadoras para lavar las sábanas y que, así, la carcoma desaparezca de mi vida cotidiana.

Todo eso multiplícalo por la continua sensación de que para mucha gente (a la que ni siquiera conozco) soy como un anclaje al que se agarran para olvidar el pasado. Y no, no soy puto dromedario para que pongan su mierda encima y, además, me pidan que tire de ella... Bastante tengo con la mía. Es mi mierda, mi pasado.

Cinco mechas apagadas y 10 fuegos artificales abortados dentro de mí. Quema.

Y son dos los ojos de caleidoscopio que tengo y que por más vueltas que le de al iris nunca distingo ni distinguiré nada.