El mes que acaba de terminar fue el elegido por el péndulo de mi amiga para comunicarme que iba a remontar... Pues hombre, remontar no he remontado, pero he conseguido un viejo curro que no me motiva una mierda pero que, al menos, hace que no me sienta un escupitajo en medio de una alcantarilla y que, espero, dure poco porque eso significará que he encontrado otro a la altura de mis expectativas y capacidades.
Por otra parte, sigo comprobando que los tíos me decepcionan. El viernes pasado, por ejemplo, quedé con un chico que, a priori, me caía bastante bien. Irónico, extrovertido, chispeante, risueño, con conversación, estudiante de bellas artes, demasiado jovencito para mí y, para qué mentir, con poco atractivo físico. Estuvimos hablando entre cerveza y cerveza durante casi cuatro horas y sus anécdotas me parecieron tan surrealistas que aunque no lo tenía previsto acabé en su casa jugando con su gata y, poco después, con lo que él tenía entre las piernas.
Sin dar detalles diré que mejor me hubiera quedado en casa porque fue el polvo más cutre que he echado en toda mi vida. A la mañana siguiente me desperté a eso de las 11.30 y empecé con las caricias, los mimos y buscando una "siguiente ronda" para ver si la cosa mejoraba. Sin embargo, el otro púgil estaba totalmente K.O., roncando y en el séptimo cielo.
Las horas fueron pasando, y yo veía como mis caricias, mis besos y mi cebolleta arrimada no servían de nada porque él estaba descaradamente poniéndome los cuernos con Morfeo. Hubo un momento que escuché una ambulancia que pasaba por la calle y pensé que venían a por mí porque, ¡Dios!, me estaba muriendo de aburrimiento. De verdad que no podía creer lo que estaba sucediendo, prefirió dormir a corresponder a mis mimos y mis insinuaciones sutiles.
A eso de las 14.00 (y despues de dormir 10 horas) se despertó y le pregunté por el metro más cercano (no me fuí antes por educación), se quiso despedir con un pico pero, obviamente, yo le di dos besos. En la calle llovía a cántaros y me mojé vivo... Tiene cojones que me mojara en la calle y no en su cama.
¡Next!
Por otra parte, sigo comprobando que los tíos me decepcionan. El viernes pasado, por ejemplo, quedé con un chico que, a priori, me caía bastante bien. Irónico, extrovertido, chispeante, risueño, con conversación, estudiante de bellas artes, demasiado jovencito para mí y, para qué mentir, con poco atractivo físico. Estuvimos hablando entre cerveza y cerveza durante casi cuatro horas y sus anécdotas me parecieron tan surrealistas que aunque no lo tenía previsto acabé en su casa jugando con su gata y, poco después, con lo que él tenía entre las piernas.
Sin dar detalles diré que mejor me hubiera quedado en casa porque fue el polvo más cutre que he echado en toda mi vida. A la mañana siguiente me desperté a eso de las 11.30 y empecé con las caricias, los mimos y buscando una "siguiente ronda" para ver si la cosa mejoraba. Sin embargo, el otro púgil estaba totalmente K.O., roncando y en el séptimo cielo.
Las horas fueron pasando, y yo veía como mis caricias, mis besos y mi cebolleta arrimada no servían de nada porque él estaba descaradamente poniéndome los cuernos con Morfeo. Hubo un momento que escuché una ambulancia que pasaba por la calle y pensé que venían a por mí porque, ¡Dios!, me estaba muriendo de aburrimiento. De verdad que no podía creer lo que estaba sucediendo, prefirió dormir a corresponder a mis mimos y mis insinuaciones sutiles.
A eso de las 14.00 (y despues de dormir 10 horas) se despertó y le pregunté por el metro más cercano (no me fuí antes por educación), se quiso despedir con un pico pero, obviamente, yo le di dos besos. En la calle llovía a cántaros y me mojé vivo... Tiene cojones que me mojara en la calle y no en su cama.
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4 comentarios:
Hmmmm estoy ojeando mi biografia y deberias de ponerle una alerta a tu post "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia"
Bueno, yo no la he ojeado, así que como tú bien dices "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia". Que conste en acta.
el amor se mide por el tamaño de mis tetasssssssss jajaja, q tema me pones..., yo tengo mucho amor entonces!
Que resaca más mala deja un mal polvo, para ser puta y no ganar ná más vale ser honrá!
Hay que pasar por malos para llegar a los buenos?
Tú tienes amor para dar y tomar, Música!!! jajaja
Sí, hay que pasar por malos para valorar los buenos! De todas maneras, sabes qué?, a mí me sirvió para darme cuenta de que no he perdido la capacidad de dar abrazos y mimos, que una vez me hicieron creen que no la tenía. Lo miro por ese lado, sabes?
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