21 de noviembre de 2013

Aspirando citas.



¿Qué es peor cuando quedas con un tío, que te hable de sus ex o que lo haga sobre aspiradoras? Yo no tengo clara la respuesta, pero ambas ponen los pelos de punta y, por supuesto, he vivido las dos situaciones.

Cuando vuelves a estar en el "mercado" te planteas varias cosas como, por ejemplo, retirarte espiritualmente al monasterio más lejano del archipiélago septentrional, hacerte una operación de extirpación de gónadas para colgarlas en el árbol de navidad, preguntarte qué has hecho mal y por qué el karma actúa tan vilmente contra tu persona o tomarte un tiempo para reequilibrarte y volver a la vida como si nada hubiese pasado. Yo suelo optar por esto último, pero no siempre lo consigo.

El hecho de quedar con alguien y que te hable de que se le ha roto la aspiradora y te enseñe fotos que ha hecho recientemente a unos modelos del corte inglés y que acorte tu cita (la segunda, por cierto) porque ha quedado con un amigo para que le lleve al media markt a comprarse urgentemente un puto aspirador hace, cuanto menos, que te quieras cagar en la raza masculina y luego taparla con arena como si fueras un gato. 

Te despides con un "Ya hablamos", pero en realidad piensas "Aspírate a ti mismo y desaparece de la faz de la tierra". Entonces llegas a casa, miras alrededor y empiezas a tener celos del frigorífico, el secador de pelo y hasta de la tostadora..., todos ellos se convierten en potenciales rivales y notas como se están riendo de ti a kilovatios de potencia. La lavadora abre su enorme boca en forma de ojete dado de sí y te dice "Eso te pasa por estrecho y por no acostarte con él a la primera de cambio". Y tiene razón ya que si vas lento porque vas lento y si vas rápido porque vas rápido. La gente pierde interés rápidamente si no hay carne y tú te das cuenta de que lo que pierdes es el tiempo.

Y por la noche, ya en mi cama, cierro los ojos e imagino al chaval teniendo sexo con su aspirador. Visualizo como mete su peluda polla de raiz por el reluciente tubo y le da al "on" mientras pone los ojos en blanco y yo lo único que quiero poner en blanco es la mente para no pensar en lo nefasto del panorama, entonces alargo la mano, palpo la pared, encuentro el enchufe y me desconecto.......

1 comentario:

D. I. dijo...

Qué le vamos a hacer si tú eres de los que quitan el polvo cuando toca, a la manera tradicional, y no con asépticas y frías aspiradoras.