8 de diciembre de 2013

Domingueces.




Todo es muy extraño aquí y, encima, echo de menos a mi gato, sobre todo para que pueda mirarme con cara de "¿Pero tú eres gilipollas o qué te pasa?". Lo clava, el muy cabrón.

Ayer quedé con una amiga y un amigo (por separado) y a los dos, por historias que salieron a colación, les dije lo mismo "Creo que me estoy deshumanizando". La una puso cara de interrogación y el otro (que me conoce más) me dijo que no creía que fuese así. Y yo sólo sé que antes lo vivía todo con intensidad, como cuando tienes hambre y te ponen tu comida favorita delante, dándole dentelladas a la vida y a las ilusiones que se iban presentando por el camino. Ahora, sin embargo, las miro con extrañeza, alargo la mano para coger los palillos chinos de la indiferencia y las atrapo levemente para mojarlas en soja y probarlas poniendo una cara rara y frunciendo el morro porque, al fin y al cabo, el sushi nunca me ha terminado de gustar; esas putas piezas insulsas que se hacen una bola en la boca y te cuesta trabajo tragar..., al igual que los fracasos amorosos. Lo mismo.

Ojo, cuando os crujan los huesos no creáis que es por falta de calcio o por la edad, es que nos estamos robotizando poco a poco. Los cartílagos dan paso a los engranajes y las venas a unas finas tuberías dónde corre un líquido semitransparente hacia quien sabe dónde.

Y hoy, antes de venirme, he visto un reportaje de "Groenlandia" en la tele. Por un momento he querido irme a vivir allí, en medio de la nada. He imaginado que tendría a Björk de vecina en la casica de al lado y que saldría a tender las bragas tarareando "All is full of love". Una delicia.

Eso ha sido después de que me diera un arrebato y quitara a un par de contactos del skype y alguno también del móvil y, de esa manera, me he quedado, no en Groenlandia, pero sí más ancho que largo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola toshiaki,
soy 38 grados.
continuo leyéndote.
tu cabeza es como una paella gigante. Todo bulle, y algo te queda ahí requemado (pero eso es lo bueno, lo que se ha quedado enganchado...), pero ante todo...QUE BIEN ESCRIBES CABRON.
Un besote

Toshiaki dijo...

Qué fuerte, 38grados..., aún sigues leyéndome después de tanto tiempo!! jaja No te creas que no me acuerdo de ti..., y de tu perro! jajaja

Sí, el socarrat, que le llaman aquí! Eso es mi cerebro, un socarrat de ideas! jaja

Me alegro de leerte aunque sea por aquí. Tú ya no tienes blog, no?

Gracias por tus palabras, ahora y siempre.

Besazos!