La vida es tan pesada como un plato hasta arriba de cuscús.
A veces te lo sirven con cordero y a mí no me gusta el cordero, pero me lo tengo que comer. Por eso la vida que me toca la tengo que vivir, aunque no me guste por momentos. Me aguanto, ya vendrán otros momentos de cuscús con pollo, que esos sí los devoro.
Hoy me siento como la boquilla de un cigarro cuando te haces un porro; desarraigada, triste, arrugada, desmembrada, solitaria y estúpida.
Que alguien me de una calada, por favor.
A veces te lo sirven con cordero y a mí no me gusta el cordero, pero me lo tengo que comer. Por eso la vida que me toca la tengo que vivir, aunque no me guste por momentos. Me aguanto, ya vendrán otros momentos de cuscús con pollo, que esos sí los devoro.
Hoy me siento como la boquilla de un cigarro cuando te haces un porro; desarraigada, triste, arrugada, desmembrada, solitaria y estúpida.
Que alguien me de una calada, por favor.
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