16 de febrero de 2008

Fumado en ADN.


A veces noto la cara de la gente emborronada, como si les hubieran pasado una goma de borrar por toda la jeta dejándolos incompletos y con gestos fantasmagoricos.

Y no es plan de sacar un lapiz y empezar a recomponerlos porque ni soy buen dibujante ni me incumbe. Bastante tengo cuando me difumino a mí mismo y tengo que arreglar el desastre trazo a trazo.

Luego hay gente que nunca se le emborrona la cara..., son los que usan máscara, los que por debajo no tienen nada, solo huecos rellenos de carencias.

Yo no quiero.

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