18 de diciembre de 2009

Polvo de hadas.


Ella era de cristal y terminó rompiéndose. Era tan etérea que acabó diluyéndose en el sinsentido de la vida y mimetizó su sonrisa con las olas del mar.

Ella volaba bajito, a ras de suelo, como los colibrís, volaba en el límite de lo blanco y lo negro, de lo real y lo irreal, del cielo y del infierno…

Porque si las sonrisas fueran habitables, yo habría querido quedarme en la suya para siempre. Colgado de sus labios y haciendo equilibrios en la cuerda que une sus dos comisuras me quedé, por eso tendría que haberla mantenido estirada por mucho tiempo, para no caerme, yo mismo se lo pedí, sonriendo como sólo ella sabía, como una estrella de cine de los años 50…, como lo que era, un estrella parpadeante. A veces con más luz, otras con menos.

Ella vuela alto ahora, con su varita de hada en nuestras cabezas. Estoy seguro que hará todo lo posible por conceder los deseos que queremos. La oigo revolotear, es ella, entre las páginas de “Cien años de soledad” que tengo encima de mi mesa y que me dejó hace un tiempo, entre todos mis recuerdos donde ella es la protagonista y siempre lo será… Mi pequeña Amelié.

Te quiero y siempre te querré.

))><(( Forever.

4 comentarios:

Música dijo...

que bonito Toshi...un abrazo y envuélvete en la nostalgia del momento, es necesario.

Toshiaki dijo...

Me envuelvo, pero no mucho... Es difícil de asumir una cosa así, querida Música.

Abrazos y besos!

Música dijo...

difícil no, lo siguiente. Y no se asume nunca cari, pero con el tiempo le darás un sitio tranquilo y sin tristeza en tu corazón,pero ahora toca envolverse un mucho o un poco, pero hay que hacerlo, creo que lo merece.
Hay por ahí un cuento de Galeano que dice algo así como que en una aldea moría una viejecita y su sorpresa fué que estaba rodeada de todos llorando y ella aún no había fallecido, entonces el preguntó: pq lloráis si aún no ha muerto?, a lo que le contestaron: para que sepa lo mucho que la queremos.

Un abrazo fuerte fuerte y gracias por el homenaje tan bonito que le has hecho, yo agradezco tanto los sentires bonitos...

Anónimo dijo...

Cuando no se encuentran las palabras, es mejor no decir nada.