30 de mayo de 2011

Humbert in me.


Cuando creo que no me puedo sorprender voy y lo hago.

Me da la sensación que estoy jugando con fuego y es probable que, en algún momento, me termine quemando..., aunque dicen que si te prendes la mano con alcohol y lo enciendes no te quemas, sólo arde. Es una buena matización, pero aún así...

La ventana de mi habitación da justo a un jardín de infancia y cuando los niños están fuera no paran de gritar. A veces me dan ganas de salir a la ventana y ponerme a gritar con ellos. Gritar para arder por dentro pero sin que llegue a quemar.

El deseo me consume. Me quemo y ardo por él. Siempre he luchado contra ellos o me he reprimido, pero últimamente me cuesta más. ¿Mis principios arden?, ¿mis valores se queman?

Creo que necesito un extintor pero no sé exactamente dónde está ni qué forma tiene.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues arde como un sol hasta extinguirte y explotar en una supernova.