A veces la vida te arrastra como si fueras un diminuto grano de arena. Ingenuamente ves la ola venir (esa que piensas que está muy lejos, pero no, es un puto efecto óptico) y notas como te empuja del pecho hacia donde a ella le da la gana, como cuando de pequeño juegas a la gallinita ciega y te ponen una venda en los ojos y te mueves como perdido, dando bandazos.
Y por la calle alguien te pide fuego, te pregunta la hora y el nombre de una calle a lo que respondes de mala gana. Y luego lo ves que se aleja todo decidido y saca un mechero del bolsillo para encender un cigarro y seguro que cagarse en tus muertos. Y piensas que eso nunca te pasará con el chico de pantalones de chandal del metro. Él nunca te pediría fuego, él lo tiene ya de por si en la parte trasera.
Y te percatas de que tu vida está engullendo tus momentos como si fuera una tenia dentro del estómago de alguien..., sin que te des cuenta, sibilina y vorazmente. ¿Cómo puede ser eso?
Quiero unas tijeras para quitarme la venda de una vez. También quiero un cuchillo para clavárselo a la tenia entre los ojos y que me deje en paz y, así, poder saborear los momentos que me quedan y luego eructárselos al hombre del mechero en la cara.
Y por la calle alguien te pide fuego, te pregunta la hora y el nombre de una calle a lo que respondes de mala gana. Y luego lo ves que se aleja todo decidido y saca un mechero del bolsillo para encender un cigarro y seguro que cagarse en tus muertos. Y piensas que eso nunca te pasará con el chico de pantalones de chandal del metro. Él nunca te pediría fuego, él lo tiene ya de por si en la parte trasera.
Y te percatas de que tu vida está engullendo tus momentos como si fuera una tenia dentro del estómago de alguien..., sin que te des cuenta, sibilina y vorazmente. ¿Cómo puede ser eso?
Quiero unas tijeras para quitarme la venda de una vez. También quiero un cuchillo para clavárselo a la tenia entre los ojos y que me deje en paz y, así, poder saborear los momentos que me quedan y luego eructárselos al hombre del mechero en la cara.
5 comentarios:
Es alucinante lo que has conseguido con la canción y lo que dices. Como si fuera una película, he visto alejarse al tipo del mechero mientras sonaba la música y cogía fuerza y tú, furia, y te imaginabas esa tenia, y bueno... que sí, que hay que empezar a disfrutar los momentos chandal de una buena vez, Toshi. Y no perderte de por aquí.
Un besito.
Enhorabuena,si te das cuenta de que te estás perdiendo algo por vivir ya ha empezado a caerse esa venda de los ojos, ya no estás ciego.¡Por algo se empieza!
Dentro de poco esa tenia se morirá de hambre.
Te descubrí en uno de mis paseos y me gustó lo que leí,vi y la música que escuché.
Nos leemos
Debo de ser subnormal... pero no entiendo por qué quieres eructarle al señor ése... Erúctale a lo que no te gusta de tu vida, nene, pero no al pobre hombre!
somos garbanzos dentro de una olla, y el tiempo nos remueve a su antojo. Aunque está en tu mano ser un garbanzo sano y sabroso a uno podrido.
(Vaya historia gastronómica me ha salido....)
un abrazo
Eso, Pi, nada de perderse..., y si hay que perderse que sea entre chandals! Ummmmm ;)
Bienvenida, Rosa. Sí, el primer paso es ser consciente de las cosas. Luego lo demás viene rodado (con esfuerzo, pero rodado).
Semana fantástica, de subnormal no tienes nada. Le quise eructar al señor porque no me gusta la gente así de directa... No sé, es algo personal. Es como si violaran mi timidez. Algo raro. No me hagas caso.
Te ha salido supergastronómio todo, 38grados. Yo quiero ser un garbanzo sabroso, claro, aunque puestos a pedir elegiría una legumbre menos aerofágica! jaja
Un abrazo a todos y gracias por pasar por aquí.
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