12 de mayo de 2009

Minucias de la semana.


Mi vecino de enfrente compra los calzoncillos en el mercadillo y tiene una persiana que pone "Hello" con el dibujo de un payaso triste que me espeluzna tanto o incluso más que sus calzoncillos.

El viernes conocí a un pedazo de friki poeta, cantante, guionista y escritor que trabajaba en el Bocatta y que engullía su propio ego (del que iba bastante sobrado) entre la lechuga y el atún de su bocadillo favorito.

El sábado fui yo el que engullí comida china con un hambre voraz. Como si me comiera una polla, pues igual.

El domingo me sentí raramente introspectivo. Viajé por dentro de mí mismo. Hice una especie de kilometraje existencial y me sentí fatal. Malo de acostarme, que diría Martirio.

Ayer dejé a un lado el domingo tonto y apareció un lunes que, a priori, fue más inteligente.

Y hoy..., hoy he salido al balcón, me he parado momentáneamente, he observado el oceáno de edificios y me he sentido como un pez con escafandra de cristal.


3 comentarios:

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Odiosos domingos introspectivos... Yo, de adolescente, no les tenía miedo, que era lo normal. Ahora sí.

Malo de acostarme. Eso escucho estos días en el disco nuevo de Martirio, mira tú por dónde. Un abrazo, toshi.

Música dijo...

esa persiana me da miedo, introspectivarme tb,
y las escafandras...ni te cuento...

La canción superbonita nen, zenkiuuuu

Música dijo...

Toshi, donde andas???, echo de menos tus posts